jueves, 10 de diciembre de 2009

Una mañana perversa

Desperté con ganas de perversear. Si, como lo leen "perversear". Tengo ganas de tratarte mal, de arañarte mientras te abrazo, jalar tu cabello al besarte y morderte los labios. Estoy agitado, apenás te ví y mi pulso se eleva. Tengo ganas de todo y de eso, solo eso.

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